viernes, 19 de febrero de 2016

Book-Tag: Los siete enanos

Este es un book-tag, un juego donde hay que seleccionar una serie de libros en base a ciertas consignas, y explicar resumido el porqué de esa elección. En este caso, voy a responder al book-tag de los siete enanitos de Blancanieves.

1- GRUÑÓN (un libro que me enfadó):

EL PROCESO, de Kafka. Durante toda la novela estás empujándote para seguir leyendo y no revolear el libro, esperando que al final se entiendan muchas cosas —especialmente, por qué lo persiguen y juzgan—, pero... No, básicamente fue una completa pérdida de tiempo para mí. No se sabe nada en absoluto durante todo el libro, ni siquiera al final.

Está bien, es cierto que no es un libro editado en circunstancias normales, sino una obra inconclusa y publicada de manera póstuma. No puedo juzgar a Kafka por ello, sólo decir que la versión que leí me dejó una sensación de rabia inmensa por el tiempo que le había dedicado... para semejante decepción.

2- MUDITO (un libro que me dejó sin palabras):

YO ANTES DE TI, de Jojo Moyes. Me dejó sin palabras, y los que lo hayan leído sabrán por qué. Aunque trata un tema dramático, durante toda la novela se mantiene el tono sarcástico, a veces cínico, optimista... Es un canto a la vida que va desarrollando todo un abanico emocional, creciendo y diversificándose hasta llegar al final, donde toda esa carga emotiva se desborda. Después de terminar, me llevó un par de días superarlo.

3- TÍMIDO (un libro que me diera vergüenza leer, o que la gente supiera que estaba leyendo):

En esta pregunta, la mayoría de la gente que respondió el tag dijo CINCUENTA SOMBRAS DE GRAY, de L. J. Smith. Y podría ser, pero creo que yendo atrás en el tiempo, volviendo a la secundaria —momento máxime de la vergüenza de todo ser humano, podríamos decir—, hubo otro tipo de libros que preferí mantener «para mí».

Y no me refiero a otros que los libros infantiles. Sí, lo sé, ¿qué tan malo puede ser? Bueno, el caso es que todos, compañeros, profesores, directivos, tenían mi imagen de alumna modelo, lectora de clásicos de la literatura... No sé, en aquel momento parecía que si descubrían que paralelamente leía historias tan infantiles... Les daría a unos más motivos para hacerme la vida imposible, y decepcionaría a los otros. Una tontería, claro, pero que en aquel momento se sentía real.

4- SABIO (un libro con el que haya aprendido):

Esta pregunta es difícil. Creo que —a menos que el libro haya sido muuuuy malo, ya sea mal escrito o mal documentado— siempre se puede sacar algo de la lectura. Pero si tuviera que decir un libro, creo que elegiría NACIDA DE LA VERGÜENZA, de Nora Roberts. O todos los libros de Nora Roberts, en realidad.

Es una autora que se documenta tanto y lo incluye tan bien en la narración que no se hace notar. Aprendes todo lo que hay que saber sobre esculturas de vidrio en uno, sobre el adiestramiento de perros de rescate en otro, o sobre el trabajo a contrarreloj de los bomberos paracaidistas... Narra las cosas de forma que te creas que realmente no ha hecho otra cosa en su vida que aquello que te está describiendo.

5- ALEGRE (un libro divertido):

Ay... Esta pregunta también es difícil. Son tantos los libros que podría poner, que elegir solo uno es... Va, pongo el último que leí de ese tipo: EL CHICO DE LA VENTANA DEL BAÑO, de Lady Reynolds. Podéis leer la reseña que hice del libro en este enlace, así que no me extenderé más con él.

6- MOCOSO (un libro con el que haya llorado a mares):

MARTES CON MI VIEJO PROFESOR, de Mitch Albom. Es una historia para llorar, ya desde el principio se sabe. En ese sentido no hay lugar a engaños: por un lado, porque es una novela biográfica —cero adornos multicolor y milagros de última hora para salvar al protagonista— y por otro, porque la historia empieza al saber el profesor que está enfermo de ELA.

Aunque al principio podría parecer un dramón lacrimógeno de principio a fin, de esos que te dejan hecho polvo y con tendencias depresivas, lo cierto es que es una novela maravillosa. Muy fuerte emocionalmente, sí, pero el profesor va aceptando cada nueva pérdida, cada nueva limitación, con tanta dignidad y entereza... No es en absoluto lo que alguien espera encontrar después de saber cuál es el tema de la novela. Recomendado con máxima puntuación.

7- DORMILÓN (un libro soporífero):

Uf... Para este apartado tengo un trío de autores que soy incapaz de leer sin bostezar: Marco Polo, Benito Pérez Galdós y J. R. R. Tolkien.

EL LIBRO DE LAS MARAVILLAS, sobre los viajes de Marco Polo, empecé a leerlo a los quince años y nunca pude terminarlo. Quizá lo intenté demasiado joven, siendo una narración antigua... No creí que fuera a tener problemas, habiendo leído LA ILÍADA y LA ODISEA de Homero ese mismo año. No sé, quizá debería darle una nueva oportunidad ahora que ha pasado tanto tiempo.

A Benito Pérez Galdós lo leí en el secundario, por obligación. Se notaba demasiado que había intentado estirar al máximo posible la narración para que la novela por entregas le diera más beneficio. Además de parecerme horrible el final de MARIANELA, me resultó in-fu-ma-ble.

Y quizá el más polémico de los tres, J. R. R. Tolkien. No puedo soportar que sea taaaaaan imposiblemente descriptivo y la historia no avance ni retroceda. ¿Qué necesidad hay de que me describas cada brizna de hierba, cada tonalidad del verde musgo que cubre las piedras que se encuentran en el camino? Aunque él quizá sea el único que escribió las historias con esa intencionalidad, precisamente: Dormir al auditorio. Dicen —llega un momento en que no se puede saber a ciencia cierta qué es realidad y qué leyenda urbana— que Tolkien escribió la saga de EL SEÑOR DE LOS ANILLOS como historias para contarle a sus hijos a la hora de dormir. Visto desde ese enfoque, debo darle un 100/100 porque a mí me dejó fuera de combate cada vez que hice el esfuerzo por darle otra oportunidad.



Bueno, esos son mis siete libros y autores. ¿Y vosotros? ¿Qué libros o autores pondríais?

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